Libres de endulzantes, lácteos y productos procesados, los batidos poseen un gran contenido nutricional y energético. Al ser altos en agua y fibra ayudan al tránsito intestinal y la depuración de la sangre. Además, aportan valiosos nutrientes esenciales como vitaminas, antioxidantes y minerales. Generan saciedad y fortalecen el sistema inmune.
Hoy en día se han convertido prácticamente en una moda. Los podemos encontrar en blogs de comida saludable, veggie, locales comerciales, restaurantes e incluso supermercados.
Pero primero que todo debemos saber diferenciar a cada uno de ellos:
ZUMO: líquido extraído de frutas o verduras de manera manual por medio de un exprimidor, sin pulpa ni fibra, aporta enzimas, minerales, vitaminas y fito nutrientes. Da una pausa al sistema digestivo, pero tienden a aumentar los niveles de insulina, se debe tener cuidado con la cantidad de frutas a utilizar y privilegiar el uso de verduras con bajo contenido de carbohidratos. Deben tener principal cuidado aquellas personas que padecen resistencia a la insulina o diabetes.
BATIDO: en los batidos predominan los elementos sólidos sobre los líquidos. Se hacen en base a frutas y verduras y opuestamente a los zumos, en los batidos sí se incluye la pulpa, lo que ayuda a que la bebida sea más espesa.
Toda la pulpa y la fibra, ayudan a eliminar toxinas a través del tracto digestivo, la fibra equilibra el azúcar en sangre y dan mayor saciedad y energía.
SMOOTHIE: es muy similar a un batido, elaborado a base de zumos o batidos de frutas, pero con una característica: tiene un elemento congelado, ya sea helado o yogur congelado.
Las frutas y verduras son excelentes fuentes de vitaminas, minerales, agua y fibra, por lo que ingerir todos estos nutrientes de manera concentrada en un batido o jugo, podría ser una forma de aumentar su consumo y obtener sus propiedades. Siempre y cuando se incorporen dentro de una dieta balanceada, ya que su uso exclusivo y permanente, puede producir déficit nutricional y otros riesgos.
Lo ideal es que siempre contengan frutas y verduras crudas y con cáscara, tanto para conservar sus nutrientes como para aumentar su aporte de fibra dietética. Sin embargo, también existen algunas máquinas más sofisticadas como las prensadoras en frío, cuyo exprimido menos invasivo y más lento que los saca jugos tradicionales, manteniendo aún más su calidad nutricional.
La combinación de un jugo o batido ideal, es de un 30% de fruta y 70% de verduras, ojalá verdes como como el kale, espinaca, algas y vegetales ricos en agua como pepino y apio, así no son altos en azucares. Las hojas aportan clorofila, un desintoxicante de la sangre, poseen aminoácidos y omega 3. La idea es aumentar la cantidad de fibra, alimento de las bacterias benéficas del intestino y estimulantes del tracto gastrointestinal.
A la mezcla no se le debe incorporar azúcar y en lo posible tampoco endulzante y hay que evitar mezclarlos con cereales, lácteos, masas, té y café, para promover su correcta digestión y obtener los beneficios mencionados.
Lo ideal es comenzar el día tomando un vaso de agua con limón en ayuna para alcalinizar el Ph o incorporar uno de estos batidos. Se deben tomar en las mañanas, y no combinarlos con otros alimentos ni después de otras comidas, ya que al ser de tan rápida digestión, pueden fermentar sus azucares con facilidad al quedarse detenidos por mas tiempo en el tracto digestivo. Se deben tomar lentamente, así se evitaran molestias gastrointestinales. Siempre tratar de preferir frutas de estación, y se puede agregar jengibre y cúrcuma, excelentes antibióticos naturales.
También en estas épocas de calor, es de vital importancia el consumo de agua, ya que estamos compuestos por un 80% de ella, y sin agua o poca cantidad, el cuerpo no puede llevar los nutrientes a todos los tejidos y órganos, no podría regular la temperatura ni el peso corporal. Sin agua, los riñones no realizarían su trabajo depurativo y estaríamos acumulando tóxinas. No solo sirve para hidratarnos, también para limpiarnos. Si no eres fanático del agua purificada, puedes realizar aguas con frutas y/o hierbas; son una muy buena opción.
En general, las toxinas las encontramos actualmente en todas partes, principalmente en la gran cantidad de aditivos en los alimentos procesados, alcohol, metales pesados, medicamentos e incluso productos cosméticos. Por lo que siempre, la mejor manera de evitar una sobrecarga de toxinas es a través de la adquisición de hábitos de vida saludable, lo que incluye una alimentación equilibrada, lo más natural posible, no fumar ni abusar del alcohol, realizar ejercicio e intentar manejar el estrés y vivir feliz.
Aquí te dejo algunas recetas…
Zumo verde (1 vaso)
Ingredientes:
- ¼ de pepino
- 1 tallo de apio
- ¼ de naranja
Preparación:
Si no tienes extractor:
- Lavar frutas y verduras.
- Cortar en trozos pequeños.
- Procesar todos los ingredientes en la licuadora (puedes agregar un poco de agua si es necesario).
- Colar la mezcla (de esta manera se separará el jugo de la fibra).
- Beber y disfrutar.
Batido verde (1 vaso grande)
Ingredientes:
- 1 hoja de kale
- 1 manojo de espinaca
- ½ manzana
- 1 ramita de apio
- 1 vaso de agua
Preparación:
- Lavar frutas y verduras.
- Cortar en trozos pequeños.
- Agregar todos los ingredientes a la batidora y mezclar.
- Si esta muy espeso se puede agregar un poco más de agua.
- Servir y tomar.
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